Lo novedoso de estas intervenciones es haber realizado el implante por el extremo del corazón ya que hasta ahora se hacía vía femoral, por el cuello o por la aorta”, explicó el médico Daniel Berrocal, jefe de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Hospital Italiano, donde se realizaron los tres procedimientos.
Según el especialista, “la implantación de estas válvulas son una alternativa para aquellas personas que no resistirían una operación en la que hubiera que detener el corazón y, en este sentido, haber encontrado otra vía constituye una opción que extiende el número de pacientes a tratar”.
El procedimiento consiste en la colocación de una prótesis a través de una mínima incisión lateral desde donde se accede al apical (extremo del corazón) y el posterior implante de la nueva válvula, desde el interior de las arterias.
“La mayoría de los pacientes que requiere esta intervención son adultos mayores que padecen estenosis aórtica severa, que comienza con falta de aire y dolor de pecho al realizar esfuerzo pero que luego progresa en esos síntomas al realizar actividades cotidianas como caminar hasta el baño o peinarse”, detalló el especialista.
El 5% de las personas mayores de 75 años tiene esta enfermedad y uno de cada tres pacientes rechazan el tratamiento convencional, que es la cirugía de recambio valvular, debido a que el riesgo aumenta por otras enfermedades asociadas muy frecuentes en edades avanzadas.
“La existencia de los síntomas de dolor en el pecho o falta de aire en la vida diaria hace que la enfermedad sea muy molesta, por eso a la hora de desarrollar estas intervenciones defendemos la idea de que hay que lograr que los adultos no sólo vivan más, sino que vivan mejor”, sostuvo el médico.
“Este pelea por la sobrevida, pero fundamentalmente por la calidad de vida, nosotros la damos a diario”, comentó, porque las válvulas son “prótesis muy costosas y hay quienes plantean si vale la pena usarlas en personas con tantos años”.
Y rápidamente añadió: “nosotros creemos que sí, que el aumento en la expectativa de vida tiene que ir acompañado de calidad y que esta es la medicina del futuro, porque cada vez son más los adultos mayores que tenemos en la sociedad”.
Para realizar estos tres implantes, el equipo del Hospital Italiano se preparó durante un año y viajó a Alemania para entrenarse en el procedimiento, ya que las válvulas que utilizaron son germanas.
“Las tres intervenciones fueron exitosas y los pacientes a la semana estaban dados de alta y caminando -detalló Berrocal- el mayor de ellos era un hombre de 88 años”.
El Jefe de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista destacó el rol de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en este avance científico.
La Anmat, dijo, “tuvo un papel importante al facilitar la autorización de la utilización de las válvulas, ya que éstas todavía no se encuentran en el país, pero al tratarse de un ‘caso compasivo’, es decir que corre riesgo la vida del paciente, brindó su permiso con celeridad”.
El Programa de Implante de Válvula Aórtica del centro de salud es un grupo multidisciplinario formado por cardiólogos clínicos e intervencionistas, cirujanos cardiovasculares, ecocardiografistas, anestesiólogos, perfusionistas, enfermeros, instrumentadoras y técnicos.
Con cuatro años de experiencia, es el primer equipo del país que se dedica al Implante de Válvula Aórtica Percutánea o Transcateter (TAVI por sus siglas en inglés), evalúa a los pacientes y decide cuál es el abordaje conveniente en cada caso.
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