La ultima presentación que el General Peron tuvo en publico fue el 12 de junio.
La CGT
convocó a un acto en la Plaza de Mayo para respaldar al gobierno. Perón se
dirigió por última vez a sus seguidores y les dijo que cuiden las conquistas
laborales porque se avecinaban tiempos difíciles. Se despidió diciendo:
"Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que es para mi la palabra
del pueblo argentino".
Pocos días después, el 1º de julio moría Juan
Domingo Perón. Dejaba un vació político proporcional al tamaño de su figura.
En 1943, el coronel
Juan Domingo Perón participó activamente del golpe militar que derrocó al
gobierno conservador de Ramón Castillo. Ocupó el Departamento Nacional del
Trabajo. Desde allí Perón iniciaba su carrera política.
El
coronel había nacido en Lobos, Provincia de Buenos Aires, el 8 de octubre de 1895. A los 13 años ingresó
en el Colegio Militar de la Nación, donde obtuvo el grado de subteniente de
Infantería. Con el grado de teniente, participó en la represión de los
huelguistas de los sucesos de la Semana Trágica de enero de 1919. En enero de
1929 se casó con Aurelia Tizón, una muchacha de clase media, trece años menor
que él a la que llamaba Potota.
En
1930, se acercó a los sectores cívico-militares que preparaban el golpe contra
el presidente Hipólito Yrigoyen apoyando al ala más moderada representada por
el general Agustín P. Justo. En 1932, al asumir Justo la presidencia, fue
designado ayudante de campo del nuevo ministro de guerra. Desde ese lugar
privilegiado, Perón accedió por primera vez a los entretelones del gobierno y
de la cúpula militar.
Entre
1939 y 1941, fue agregado militar de Argentina en la Italia de Benito
Mussolini. Perón no ocultaba su admiración por el régimen fascista al que
definió como "un ensayo de socialismo nacional, ni marxista ni
dogmático." A su regreso, se convirtió en uno de los referentes más
destacados de una logia militar conocida como (GOU) Grupo de Oficiales Unidos,
de carácter nacionalista y anticomunista, brindando numerosas conferencias
sobre temas políticos y militares.
En
lo político, el pensamiento de Perón era producto de múltiples influencias que
iban del nacionalismo católico, el falangismo español y el fascismo hasta el
socialismo. En sus discursos de 1944 Perón planteaba la necesidad de integrar
al obrero al sistema como un consumidor y, de esa manera, alejarlo de la
influencia revolucionaria.
Perón
desarrolló una intensa tarea desde la recientemende creada Secretaría de
Trabajo y Previsión tendiente a captar la voluntad política de los
trabajadores. Hizo aprobar decretos leyes de vital importancia en el campo
laboral. El poder de Perón iría creciendo junto con su popularidad. En 1944 el
general Edelmiro Farrell desplazó de la presidencia al general Pedro Ramírez y
nombró a Perón Ministro de Guerra primero y Vicepresidente cinco meses después.
Algunos sectores militares vieron con preocupación la creciente influencia del
Coronel.
Perón
fue obligado a renunciar a principios de octubre y detenido y trasladado a la
Ismando ,breMartín García. El 17 de octubre de 1945 miles de
trabajadores provenientes del cordón industrial del Gran Buenos Aires ocuparon
la Plaza de Mayo decididos a no moverse hasta que Perón apareciera en los
balcones de la Casa Rosada. Por la noche finalmente el Coronel pudo estrenar su
saludo con los brazos en alto. Perón se había impuesto y ya ocupaba un lugar
destacado en la política nacional.
Pocos
días después, ocurrieron dos hechos significativos para la historia del
peronismo: la creación del Partido Laborista por parte de los sindicatos
peronistas para lanzar la candidatura de Perón y el casamiento deste con Eva
Duarte, una joven actriz de radio que vivía con Perón desde hacía algunos
meses.
Mientras
Perón organizaba sus fuerzas partidarias con el Partido Laborista, sectores
radicales disidentes y conservadores, la oposición constituyó un frente
electoral denominado Unión Democrática. Lo integraban la U.C.R, el Partido
Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Comunista. A la Unión
Democrática la apoyaron la Sociedad Rural, la Unión Industrial, la Bolsa de
Comercio y el embajador de los EEUU, Spruille Braden. La candidatura de Perón
fue apoyada por los sindicatos, por sectores militares y por la Iglesia
Católica.
En
las elecciones de febrero de 1946, Perón se impuso obteniendo casi los dos
tercios de la Cámara de Diputados, la mayoría de los puestos del Senado y casi
todas las gobernaciones provinciales. Al asumir la presidencia Perón elaboró un
Plan Quinquenal que intentó transformar la estructura económica del país
fomentando la industria y estimulando el mercado interno. Paralelamente, el
estado peronista emprendía una importante política de estatizaciones acorde con
una corriente mundial en ese sentido. Pese a las buenas intenciones, el
peronismo no logró transformar a la industria en la principal fuente de
ingresos del estado, cuyas divisas seguían proviniendo de la exportación de
granos y carnes.
Una
difícil situación internacional, con mercados cerrados, el fuerte boicot
norteamericano contra nuestro país y dos malas cosechas consecutivas obligaron
a Perón a replantear su política económica. En 1949, promediando su primera
presidencia, Perón convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente. El
amplio triunfo peronista permitía incluir en el texto de la constitución la
posibilidad de la reelección del presidente y los derechos del trabajador. Se
establecieron también los derechos del estado sobre las fuentes de energía y el
fomento de la intervención estatal en la economía. Esta reforma, junto con la
Ley de Voto Femenino, sancionada gracias al impulso de Evita, llevarían en 1951 a Perón a un amplio
triunfo electoral y a un segundo período de gobierno.
El
Segundo Plan Quinquenal planteaba volver a una economía más tradicional y la
aplicación de ajustes en los salarios y las políticas sociales. Las bases del
modelo peronista comenzaban a tambalear y se produjo un acercamiento con los
EEUU materializado en el polémico contrato petrolero firmado con la Standard
Oil de California, que contradecía gran parte de los principios doctrinarios
peronistas y daba enormes ventajas a la compañía norteamericana.
El
peronismo tuvo ciertas características autoritarias y personalistas que
irritaban a la oposición. Durante gran parte del gobierno de Perón fue muy
difícil poder expresar ideas opositoras con libertad. La mayoría de los medios
de comunicación estaban en manos del estado y los restantes sufrían permanentes
clausuras. En las universidades, los estudiantes protestaban por el bajo nivel
educativo y la importante presencia de profesores de tendencias fascistas.
Líderes como el radical Ricardo Balbín y el Socialista Alfredo Palacios
sufrieron la cárcel y el exilio.
La
crisis desatada en 1952, coincidentemente con la muerte de Eva Perón, debilitó
notablemente al modelo peronista y le fue restando apoyos.
En
1954, estalló el conflicto con la Iglesia Argentina cuando ésta decidió apoyar
a un partido Demócrata Cristiano, siguiendo las orientaciones mundiales del
Vaticano. Perón se ofendió porque consideraba a su partido democrático y
cristiano, y no veía la necesidad de crear otro. De aquí en más las pasiones se
desataron. Perón sancionó una Ley de Divorcio, legalizó los prostíbulos y
suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas. La
Iglesia encabezó la oposición y, el 11 de junio de 1955, la tradicional
procesión de Corpus Christi se transformó en una multitudinaria manifestación
antiperonista. El descontento eclesiástico alentó la disconformidad militar y
comenzó a prepararse un nuevo golpe cívico militar.
El
primer intento golpista se concretaría el 16 de junio con el bombardeo de la
Plaza de Mayo por parte de la Marina con el objetivo de matar a Perón. La
acción causó más de trescientos muertos. Por la noche, grupos de peronistas
quemaron en represalia las principales Iglesias de la Capital. Perón intentó
parar la ola de violencia pero ya era tarde. El 16 de septiembre las fuerzas
armadas tomaron el poder expulsando a Perón quien finalmente marcharía al
exilio por 18 años.
Durante
su exilio pasó por Paraguay y Panamá -donde conoció a la que sería su tercera
esposa, Isabel Martínez-. En 1958, durante su estadía en Venezuela, llegó a un
acuerdo con Arturo Frondizi. Allí se establecía que los peronistas votarían por
el candidato de la UCRI que a su vez se comprometía a legalizar al partido
peronista, aumentar los salarios y aplicar una política económica favorable al
desarrollo del mercado interno.
El
incumplimiento del pacto por Frondizi llevará a los peronistas que lo habían
votado a innumerables paros y planes de lucha.
En
1960, Perón instaló su residencia en Madrid. Desde allí continuó dirigiendo la
resistencia peronista y se consolidó como el referente obligado de la política
argentina.
En
1964, durante la presidencia de Arturo Illia, el principal referente del
sindicalismo peronista, el dirigente metalúrgico Augusto Timoteo Vandor,
organizó el "operativo retorno" del general a la patria. El
presidente Illia declaró: "el regreso es un problema del señor Perón, yo
no me opondré". Los militares y los grupos de poder no pensaban lo mismo.
Al llegar el avión al aeropuerto de Río de Janeiro, las autoridades militares
brasileñas le impidieron seguir viaje y debió regresar a Madrid.
Empujada
por la prohibición de toda actividad política, la resistencia popular a la
dictadura del general Juan Carlos Onganía comenzó a manifestarse violentamente,
con un pico máximo el 29 de mayo de 1969 con el Cordobazo. Al Cordobazo le
sucedieron diversas puebladas en todo el país y la aparición de grupos
guerrilleros de orientación marxista como el ERP, y de tendencia peronista de
izquierda, como los Montoneros. En este clima, en marzo de 1971, asumió el
poder el General Alejandro Lanusse, y proclamó su intención de restaurar la
democracia constitucional y permitir el reestablecimiento de los partidos
políticos, incluyendo al Peronista.
Perón
volvió a la Argentina por un corto tiempo en noviembre de 1972 y se negó a
presentarse como candidato para las elecciones del 11 de marzo de 1973, en las
que finalmente se impuso el candidato peronista, Héctor Cámpora, cercano a los
sectores juveniles.
Mientras
los jóvenes ligados a los Montoneros se hacían eco de la promesa de Perón de
instaurar un "Socialismo Nacional", los sectores mayoritarios del
movimiento, vinculados a los poderosos sindicatos y al aparato partidario,
dirigido por José López Rega, secretario privado de Perón, recordaban que el líder
hablaba de comunidad organizada y acuerdo social.
El
20 de junio de 1973, unas dos millones de personas aguardaban en Ezeiza el
retorno del líder. Por la tarde, se produjeron graves incidentes entre los
sectores de la derecha sindical y los grupos juveniles que pugnaban por
acercarse al palco. Hubo un violento tiroteo con un saldo de 13 muertos y 365
heridos. Ante la falta de seguridad, Perón decidió aterrizar en Morón y
dirigirse al país por televisión.
El
13 de julio de 1973, Cámpora y el Vicepresidente Solano Lima, fueron forzados a
renunciar por los sectores tradicionales del peronismo. Tras un confuso
episodio, asumió como primer mandatario Raúl Lastiri, presidente de la Cámara
de Diputados y yerno de López Rega. Lastiri convocó a elecciones presidenciales
para el 23 de septiembre. Sin comicios internos, Perón decidió que su mujer,
Isabel Martínez, ocupara el segundo término en la fórmula presidencial. En las
elecciones se impuso la fórmula Perón-Perón por casi el 62% de los votos contra
el 25% de la fórmula radical Ricardo Balbín-Fernando la Rúa.
El
12 de octubre, Perón asumió la presidencia por tercera vez. Al poco tiempo
quedó evidenciado su distanciamiento de los sectores cercanos a los Montoneros
al reemplazar a los gobernadores y funcionarios vinculados a ese sector del
movimiento.
El
punto culminante de este enfrentamiento se produjo el 1 de mayo de 1974, cuando
el gobierno convocó a la Plaza para celebrar el "Día del Trabajo y la
Unidad Nacional".
Las
columnas de los sectores vinculados a los Montoneros avanzaban sobre la Plaza
al grito de "¿Qué pasa, qué pasa, General, que está lleno de gorilas el
gobierno popular?” En su duro discurso, el general llamó a los Montoneros
“imberbes y estúpidos”, lo que provocó la retirada de más de la mitad de la
concurrencia.
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