El Frente Generacional, rinde homenaje a quien cobijo
a los humildes, a los niños, a los ancianos, y trabajadores.
A quien dio la vida por Perón y por su Pueblo.
Con un gran discurso, desde el alma renuncio al cargo electivo
acompañando al General, y quedaran esas palabras como un principio de ideales
en todos los militantes, a los cuales las hacemos nuestras, “Renuncio a los
honores pero no a la lucha”.
El 22 de agosto de 1951 el temple de una mujer amada por su
pueblo se puso de manifiesto en toda su dimensión. Eva Perón, en un acto
multitudinario -el más grande que se había visto en la Argentina-, y ya con
el cáncer a cuestas que comenzaba a carcomerla, tuvo, en una verdadera asamblea
popular, uno de los diálogos más profundos y emotivos con su gente.
Desde aquel momento, ese día ha quedado en la historia de las
luchas populares como el Día del Renunciamiento, marcando a fuego una comunión
entre esa mujer y su pueblo que aún hoy, cincuenta años después, conmueve por
la sinceridad.
Evita, en el Cabildo Abierto convocado por la CGT en las Avenidas 9 de Julio
y Belgrano de Buenos Aires, frente al entonces Ministerio de Obras Públicas,
ante el anuncio de que se le ofrecía ser candidata a Vicepresidente del General
Perón en las elecciones siguientes, del
11 de noviembre le habló a más de un millón y medio de trabajadores:
"Hoy, mi general, en este Cabildo del Justicialismo, el
pueblo que en 1810 se reunió para preguntar de qué se trataba, se reúne para
decir que quieren que Perón siga dirigiendo los destinos de la patria". El
secretario general de la CGT ,
propone a Eva Perón como compañera de fórmula. Y ésta responde:"Mis
queridos descamisados: yo les pido a los compañeros de la CGT , a las mujeres, a los
niños, a los trabajadores aquí congregados, que no me hagan hacer lo que nunca
quise hacer. Yo les pido a la Confederación General del Trabajo y a ustedes,
por el cariño que nos une, por el amor que nos profesamos mutuamente, que para
una decisión tan trascendental en la vida de esta humilde mujer, me den por lo
menos cuatro días más para pensarlo".
Terminante, el pueblo no quiso esperar más, pidiendo su
aprobación en ese mismo momento, a lo que Evita continuó diciendo:
"Compañeros: Yo
no renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores. Yo me guardo, la
esperanza, por la gloria y el cariño de ustedes y del general Perón."
Compañeros: les digo a todos que yo tenía tomada otra
posición pero haré al final lo que el pueblo diga.
¿Ustedes creen que si
el puesto de Vicepresidente fuera una carga y yo hubiera sido una solución no
hubiera contestado que sí? Es que estando al lado del General Perón en el
gobierno, el puesto de Vicepresidente no es más que un honor y yo aspiro nada
más que al honor del cariño de los humildes de mi patria."
Compañeros: se lanzó por el mundo que yo era una mujer
egoísta y ambiciosa y saben ustedes muy bien que no es así. Pero también saben
que todo lo que hice no fue nunca para ocupar ninguna posición política en mi
país. Yo no quiero que mañana un trabajador de mi patria se quede sin
argumentos cuando los resentidos, los mediocres que no me comprendieron ni me
comprenden, creyendo que todo lo que hago es por intereses mezquinos..., se los
reproche".
Luego de cinco días, Eva Perón anunció por radio su decisión
irrevocable y definitiva de renunciar a la candidatura a vicepresidente. 60
años después, el espíritu entrañable de Evita, hoy tan ausente como necesario,
debe resucitar en la Argentina con la mística de aquella histórica jornada en que
renuncio a los honores pero no a su puesto de lucha.
VIVA PERON!!!!!
VIVA EVITA!!!!!
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