Ante la llegada de una ola de frío, y el consecuente incremento del uso de estufas, calefones, braseros u otros artefactos proveedores de calor, se recomienda a la población tomar una serie de precauciones para evitar la intoxicación a causa del monóxido de carbono.
Es necesario comprobar que los artefactos a gas que se encuentren en el hogar tengan siempre una llama azul y uniforme, controlada por un gasista matriculado, ya que la acumulación de este gas en ambientes cerrados puede ocasionar la muerte. Llamas de tonalidades amarillas o naranjas y manchas negras en la pared pueden significar el mal funcionamiento de los artefactos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario