La industria naval es una de las actividades manufactureras más antiguas del país, remontándose sus orígenes al siglo XVI, con la llegada de los primeros exploradores y conquistadores.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, tras la apertura extensa de la economía argentina, esta industria tomó verdadero impulso, fundamentalmente con el aumento de las exportaciones agropecuarias y el masivo ingreso de capitales extranjeros orientados hacia los distintos rubros industriales. Constructores genoveses instalados en la zona de la Boca y Dock Sud empezaron a construir buques mercantes fluviales de pequeño porte.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, tras la apertura extensa de la economía argentina, esta industria tomó verdadero impulso, fundamentalmente con el aumento de las exportaciones agropecuarias y el masivo ingreso de capitales extranjeros orientados hacia los distintos rubros industriales. Constructores genoveses instalados en la zona de la Boca y Dock Sud empezaron a construir buques mercantes fluviales de pequeño porte.
Distintas normas legales, a fines del siglo XIX y la experiencia habida durante la Primer Guerra Mundial, produjeron cambios en la construcción naval pesada, así comenzaron a instalarse astilleros pensando en proveer a la flota argentina, al momento mayoritariamente de cabotaje, de todo tipo de buques y capacidades de cargas.
Nuevas normas fueron promulgadas para apoyar el desarrollo de esta industria, como fue el Fondo Nacional de la Marina Mercante, para financiar la construcción naval en el país, que en la década del 60 permitió el diseño del conocido Plan Esteverena, un proyecto de construcción de buques para las empresas navieras del estado, que dio origen a que el día 12 de septiembre fuera instituido como el Día de la Industria Naval Argentina.
Durante la década de los 80, la desfinanciacion primero y más tarde la anulación del Fondo Nacional de la Marina Mercante, sumado a la posterior desafección de las flotas estatales, como consecuencia de las recurrentes crisis económicas nacionales, y otras normas surgidas en la emergencia; han generado que nuestra Industria Naval entrara en un largo período de inactividad, que trajo como consecuencia su parcial desmantelamiento.
Actualmente se vive una singular época para esta estratégica industria, como resultado de la promulgación de algunas normas, y el esfuerzo de su gente.
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