Gracias equipo de Tierra Natal por acompañarnos y elegirnos para su nota.
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“Siempre volver a la base” - Crónica de una Peña Compañera
Hace frío, pero las jóvenes llevan sus vestidos folclóricos de mangas cortas. En la vereda de una de las sedes de la Fundación Farinello, hay gente llegando a la tercera “Peña Compañera”, organizada por la agrupación Peronismo Generacional de Quilmes Oeste.
Los niños llevan sus mejores prendas, los abuelos buscaron una mesita cómoda para ver el show, más adelante una familia numerosa ocupa varias sillas y pone sobre la mesa platos con montañas de empanadas. Se abrazan, se miran, se reconocen y sonríen, aunque pronto el lugar está lleno y hay que quedarse a un costadito para poder compartir.
“La peña es un espacio de resistencia cultural e ideológica, un espacio que nosotros mismos nos generamos para poder intercambiar ideas, para generar un debate sano y en un marco de distención”, comenta Roberto Gaudio, mejor conocido por sus compañeros como “gallo”. Gaudio es militante peronista desde los 16 años, desde muy joven ocupó cargos importantes dentro de la estructura del Partido Peronista sin perder la sencillez y el motivo de su compromiso, por eso la noche de la peña, es uno más entre sus pares.
Entre los presentes, en una mesa del costado, también está sentado el politólogo y periodista Edgardo Mocca. Su participación en el programa televisivo “6,7,8”, lo llevó, igual que a sus colegas, a la censura absoluta y a la exclusión del mercado laboral de la comunicación.
Después de que los jóvenes bailan la chacarera con sus atuendos típicos, Gallo presenta afectuosamente a Mocca para que ofrezca unas palabras. “Son momentos para transmitirnos afecto, mirarnos las caras, encontrarnos, sin preguntarnos si somos peronistas, socialistas, democráticos, liberales, somos argentinos, somos ciudadanos”, dice Edgardo, “Todos los que vivimos en este suelo generoso, que lo ha sido con nosotros, con nuestros padres y abuelos, que tuvieron que irse de sus patrias por las razones de siempre, por la pobreza y la exclusión. Este pueblo generoso no va a permitir que se consolide y se haga durable, un proyecto que viene a hambrear, a liquidar conquistas y derechos”, continúa.
La peña es un enorme living de barrio, un espacio común y caótico donde la gente se levanta de la mesa a cada rato para buscar más empanadas o pedazos de bizcochuelo. El cuero de los bombos suenan con canciones del litoral y muchos fuman tranquilos mirando el escenario. La tercera edición de ésta festividad nació motivada por los militantes de los barrios, los vecinos que concurren a las copas de leche, los músicos folcloristas que encuentran allí un escenario para compartir sus canciones, los docentes y estudiantes que la pelean también desde la academia.
Gaudio cuenta que a en la primera peña cantó el Negro Méndez, un reconocido folclorista para los quilmeños. Pero como la iniciativa apenas estaba empezando, en el fondo de escenario había un afiche que decía “Peña compañera, acá no se rinde nadie”, y como no tenían pie de micrófono el Negro “cantó con un secador de piso y hubo que atar el micrófono ahí”.
“Yo creo que indefectiblemente vamos a volver, de eso no tengo duda. Me parece que hoy estamos en el proceso de ver como se vuelve y con quienes se vuelve, pero vamos a volver porque el peronismo volvió siempre, porque nuestra bandera, nuestra lucha, nuestra energía está puesta siempre en recuperar los derechos de los que no tienen”, comenta Gallo, “estamos en un momento de autocrítica, pero no de autoflagelación. En este momento estamos en etapa de escuchar y encontrarnos, reconocer en el otro a los tipos que pelean por lo mismo que uno”.
La idea de llevar la peña a otros barrios de Quilmes y continuar motivando la participación es lo que lleva a la reunión constante, a la reflexión puesta al servicio de la acción. Ante los tiempos que corren, Gallo siente que “el pueblo es sabio y ya se está generando la vuelta, porque muchos compañeros están haciendo esto mismo que estamos haciendo nosotros, que es un granito de arena en el mar, pero de muchos granitos de arena en el mar, podemos fortalecer la base, y siempre volver a la base”.
Así, con los cantos acompañados de cuerdas y bombos, el pueblo militante se prepara desde el corazón, para las luchas que vendrán.