Te convertiste eternamente en ese fuego imposible de apagar, la llama que no enciende pero quema. Cambiaste la historia de los argentinos. Llegaste tímidamente , te hiciste cargo de un país desecho y lo reconstruiste devolviéndonos convicciones firmes, esperanzas y orgullo de ser. Te vi recibir a un país y vi como ese mismo país te despedía, te lloraron y te seguiremos llorando generaciones enteras.
Por vos y en tu honor hoy mas que nunca con las convicciones firmes en éste y en cada uno de mis dias.
Por vos y en tu honor hoy mas que nunca con las convicciones firmes en éste y en cada uno de mis dias.
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